Los suplementos en el embarazo: hierro, ácido fólico,…

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Durante el embarazo nuestro cuerpo demanada más nutrientes, en concreto minerales y vitaminas, de ahí que sea tan importante la alimentación durante toda la gestación. Pero no caigamos en errores esto para nada significa que «debas comer por dos» como popularmente se dice.

A lo largo del embarazo necesitamos más minerales como el calcio y el hierro, y en vitaminas como el ácido fólico o B9, otras vitaminas del grupo B (B1 o tiamina, B6 o piridoxina y B12), vitamina C, A y D.

Con una dieta bien planteada se cubre la mayor parte de los requerimientos de dichos nutrientes, pero en el caso bien para el ácido fólico y el hierro, la dieta recomendada durante el embarazo no es suficiente, por lo tu médico te indicará que tomes suplementos de ácido fólico y hierro.

De todos modos, a través de una analítica tu médico te recomendará aquellos suplementos que debes tomar, cuando presentes déficit de ellos

En la actualidad se recomienda a todas las embarazadas y mujeres que buscan un embarazo que tomen suplementos de ácido fólico ya que está demostrado que protege contra ciertas enfermedades que puede desarrollar el futuro bebé, como espina bífida y otros defectos en el cierre del tubo neural del feto. La espina bífida es una de las causas más importantes de parálisis infantil.

Además de tomar el suplemento de ácido fólico es necesario añadir a tu dieta ciertos alimentos ricos en este mineral como verdura de hoja verde, legumbres verdes, frutas, cereales de desayuno enriquecidos, entre otros.

Los suplementos de hierro protegen a la madre de la anemia ferropénica y sus repercusiones para el feto. La anemia ferropénica es la forma más común de anemia y consiste en una disminución en el número de glóbulos rojos provocada por escasez de hierro.

La ingesta de suplementos de hierro puede producir intolerancia gástrica, náuseas, estreñimiento y coloración oscura de las deposiciones. Para su mejor absorción se recomienda tomarlo en ayunas, acompañado de una bebida o alimento rico en vitamina C y nunca con té o café.

Recuerda que siempre debes tomar suplementos en el embarazo bajo recomendación médica. En los casos en los que no se tiene un déficit, el uso de suplementos no sólo se hace innecesario sino que puede resultar perjudicial, tal y como puede ocurrir con el consumo excesivo de vitaminas liposolubles A y D, que condicionan un potencial riesgo perinatal, ya que tienen un efecto acumulativo.

Se han descrito malformaciones renales en niños cuyas madres han ingerido dosis excesivas de vitamina A durante el embarazo y neonatos con malformaciones cardiacas asociadas al consumo de la madre de grandes dosis de vitamina D.